13/11/2024
Los Tecos son una organización históricamente ligada a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). Se les describe como una sociedad secreta con una visión de mundo católica ultraconservadora y férreamente anticomunista. Surgieron en un contexto de intensa agitación política y religiosa en México, especialmente en oposición a las políticas anticlericales y socialistas de los gobiernos posrevolucionarios.
Esta organización, aunque con origen en Guadalajara, Jalisco, generó influencia y ramificaciones en otros estados de México. Un ejemplo notable fue la organización conocida como El Yunque, con sede en Puebla. Si bien El Yunque compartía la misma visión católica ultraconservadora, se separó de Los Tecos a principios de la década de 1960 debido a una amarga disputa religiosa relacionada con el Concilio Vaticano Segundo. Mientras Los Tecos, influenciados por figuras como el sacerdote Joaquín Sáenz y Arriaga, fueron pioneros en la formulación de la tesis del sedevacantismo (la creencia de que la sede papal está vacante), El Yunque consideró legítimos a los papas posteriores al concilio, comenzando con Pablo VI.
- Orígenes en la Agitación Política Mexicana de los Años 20
- La Lucha por la Educación y la Fundación de la UAG
- Ideología, Estructura y Figuras Clave
- Influencia Internacional y Controversias
- El Concilio Vaticano II y el Sedevacantismo
- Denuncia de Manuel Buendía y la Guerra Sucia
- Los Tecos en el Deporte: Historia del Club de Fútbol
- Preguntas Frecuentes
Orígenes en la Agitación Política Mexicana de los Años 20
Las raíces más profundas de Los Tecos se encuentran en la resistencia conservadora y católica a los cambios políticos que siguieron a la Revolución Mexicana y el fin del Porfiriato. Durante el régimen de Porfirio Díaz, aunque liberal, no se impuso activamente el anticlericalismo, lo que permitió una tolerancia relativa por parte de elementos conservadores. Sin embargo, tras la Revolución, facciones como los carrancistas impulsaron adiciones anticatólicas a la Constitución mexicana de 1917, como la educación secular obligatoria, el control estatal de la propiedad de la Iglesia y el registro obligatorio de sacerdotes.
Simultáneamente, la Revolución Bolchevique en Rusia alimentó en los conservadores mexicanos el temor a una conspiración global para derrocar al cristianismo. En respuesta a esta visión secular y "masónica", los católicos fundaron organizaciones para resistir el anticlericalismo y promover un "orden cristiano en México". Destacó la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), patrocinada por los jesuitas. La promulgación de la Ley Calles en 1926, que endureció la aplicación de las leyes anticlericales, llevó a la Guerra Cristera, en la que la ACJM y la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa jugaron roles centrales. Aunque la rebelión terminó militarmente, la tensión entre el gobierno (bajo el PRI) y la población católica persistió.
La Lucha por la Educación y la Fundación de la UAG
Durante el Maximato, con Plutarco Elías Calles aún influyendo indirectamente en la política, el PNR (posteriormente PRI) se inclinó hacia posturas más socialistas. La designación de Narciso Bassols, un materialista ateo, como Secretario de Educación Pública en 1931, y el posterior “Grito de Guadalajara” de Calles, anunciaron un plan para que el Estado controlara la educación bajo principios del materialismo marxista y el ateísmo, buscando “apoderarse de la conciencia de la infancia”.
Lázaro Cárdenas continuó con la “educación socialista”. Este giro, sumado a la influencia de figuras prosoviéticas como Vicente Lombardo Toledano en sindicatos clave como la CTM, fue interpretado por la ultraderecha como una conspiración “judeo-masónica-comunista” y una “bolchevización” de México. Ante esto, católicos políticamente activos desarrollaron sociedades “reservadas” o secretas para resistir al Estado. Organizaciones con estructuras piramidales y celulares surgieron, irónicamente, con similitudes a los grupos revolucionarios que combatían.
Los Tecos, fundados en Guadalajara en 1934, fueron una de estas sociedades. Sus miembros fundadores fueron el abogado Carlos Cuesta Gallardo y Antonio Leaño Álvarez del Castillo. La organización contó con el apoyo de varios sacerdotes jesuitas y fue fundamental en el avance hacia la fundación de la Universidad Autónoma de Occidente (UAO), hoy Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). La UAG nació precisamente de la dificultad percibida para la adecuada cátedra en un ambiente dominado por la educación socialista impuesta por el gobierno de Cárdenas, contraviniendo los artículos 3º y 24º de la Constitución de 1917 que promovían la educación laica y la libertad de creencias. Fundadores de la UAO, como Carlos Cuesta Gallardo, Ángel Leaño Álvarez del Castillo, Antonio Leaño Álvarez del Castillo y Dionisio Fernández Sahagún, buscaron establecer una institución educativa autónoma. La UAG logró plena independencia académica en 1991.
Ideología, Estructura y Figuras Clave
Los Tecos se caracterizaron por una profunda ideología ultraconservadora, católica, anticomunista, antimasónica y antisemita. Creían en una conspiración global “judeo-masónica-comunista”. Carlos Cuesta Gallardo, uno de los fundadores, se obsesionó tempranamente con esta idea, influenciado por literatura antisemita de fuera de México. Se le acusa de escribir libros bajo seudónimos, como “Traian Romanescu” (La Gran Conspiración Judía) y, de forma colaborativa, “Maurice Pinay” (Il Complotto contro la Chiesa), obras que difundieron estas teorías.
La organización operaba como una sociedad secreta con una estructura jerárquica y ritos de iniciación. Desarrollaron una serie de “grupos de fachada” o “paraguas”, con membresía masiva no vinculada por juramentos secretos, para influir discretamente en la política, sociedad y religión. Estos grupos, a menudo estudiantiles, católicos de derecha y anticomunistas, se dedicaban tanto a la confrontación violenta con la extrema izquierda como a la propaganda y el cabildeo sutil.
El nombre “Tecos” tiene diferentes interpretaciones. Algunas fuentes sugieren que es un acrónimo de Tarea Educativa y Cultural hacia el Orden y la Síntesis. Otra interpretación popular lo relaciona con “tecolote” (búho), simbolizando la dedicación al estudio nocturno, o simplemente refiriéndose a los miembros como “búhos cuyos ojos son rojos”, activos durante la noche.
Aunque Cuesta Gallardo y Antonio Leaño Álvarez del Castillo fueron el poder detrás de escena, figuras como Raimundo Guerrero actuaron como líderes públicos, especialmente a través de la UAG. Guerrero fue clave en atraer estudiantes y académicos y en representar a la UAG y Los Tecos internacionalmente.
Influencia Internacional y Controversias
Los Tecos utilizaron la UAG como plataforma para sus actividades y para establecer contactos internacionales. La conferencia de la Organización Mundial de Universidades de la UNESCO en Buenos Aires en 1952 fue una oportunidad clave para conectar con grupos afines de derecha radical, anticomunistas y antisemitas, como los seguidores del P. Julio Meinvielle en Argentina y miembros de la Liga Árabe.
A pesar de condenar públicamente a organizaciones como las Naciones Unidas por considerarlas parte de la “conspiración masónica”, Los Tecos aprovecharon estructuras académicas y conferencias internacionales para sus propios fines. Lograron obtener financiamiento significativo para la UAG a través de fundaciones estadounidenses como Rockefeller, Ford y Carnegie, y la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID). Este financiamiento, a pesar de que en sus publicaciones Los Tecos habían denunciado a figuras como Nelson Rockefeller como “judío”, fue visto por ellos como una oportunidad para usar “oro judío para combatir a los judíos”.
Como fervientes anticomunistas, Los Tecos jugaron un papel en la Guerra Fría. Fundaron la Federación Mexicana Anticomunista de Occidente (FEMACO) en 1968 y lograron que México fuera sede de la sexta Conferencia de la Liga Mundial Anticomunista (WACL) en 1972. En esta conferencia, se les encomendó la formación de la Confederación Anticomunista Latinoamericana (CAL), lo que les dio una influencia considerable en la actividad anticomunista en la región. El lema de Los Tecos, “contra la guerrilla roja, la guerrilla blanca”, se difundió a través de la CAL.
Sin embargo, el antisemitismo explícito de Los Tecos y su visión teocrática generaron fricciones dentro de la WACL, particularmente con los capítulos británico y estadounidense, que promovían un anticomunismo más alineado con el liberalismo clásico y la democracia. Un informe interno de Stefan Thomas Possony para el capítulo estadounidense criticó a Los Tecos, afirmando que su antisemitismo y antimasónico servían para ocultar un antiamericanismo. Estas tensiones llevaron a conflictos internos y a la cancelación de la conferencia de la WACL prevista en Londres en 1973. Los latinos, liderados por Los Tecos, y los asiáticos de la WACL a menudo compartían una postura de antiimperialismo de derecha, sospechando de ambos bandos de la Guerra Fría.
El Concilio Vaticano II y el Sedevacantismo
Los Tecos son particularmente conocidos por su papel pionero en el desarrollo del sedevacantismo en México. Ya durante el Concilio Vaticano II, intentaron influir en los procedimientos, oponiéndose a documentos como Nostra aetate (sobre las relaciones con los judíos). En 1962, al inicio del concilio, distribuyeron anónimamente “Il Complotto contro la Chiesa” bajo el seudónimo de Maurice Pinay, una obra que afirmaba una conspiración judía de 1900 años para derrocar al cristianismo.
La conclusión del Concilio exacerbó las diferencias. En una reunión en 1965, Antonio Leaño expuso la postura de Los Tecos, declarando vacante la sede de San Pedro y tildando a Pablo VI de “infiltrado judío”. Esta postura llevó a una ruptura definitiva con El Yunque, que, aunque crítico con algunos cambios post-conciliares, reconocía la legitimidad de Pablo VI.
El P. Joaquín Sáenz y Arriaga, asesor espiritual de Los Tecos, se convirtió en una figura central en la defensa del sedevacantismo. Sus críticas a los cambios post-conciliares y a figuras progresistas como el “Obispo Rojo” Sergio Méndez Arceo, se volvieron más estridentes. Su libro “La Nueva Iglesia Montiniana” (1971) argumentó explícitamente que Pablo VI era un Papa ilegítimo y criptojudío. Otro libro clave, “Sede Vacante: Pablo VI no es un Papa legítimo” (1973), dio nombre a la tesis. Sáenz y Arriaga fue suspendido por el Cardenal Miranda, lo que provocó reacciones violentas de partidarios de Los Tecos. Sus ideas se difundieron a través de la publicación “Trento” y la Unión Católica Trento, alineada con Los Tecos.
Denuncia de Manuel Buendía y la Guerra Sucia
En las décadas de 1970 y 1980, Los Tecos fueron monitoreados por la Dirección Federal de Seguridad (DFS) en el contexto de la Guerra Sucia en México. El periodista Manuel Buendía, en su libro “La ultraderecha en México”, denunció públicamente a Los Tecos, describiéndolos como una organización secreta de extrema derecha vinculada a la UAG. Buendía afirmó que operaban con estructura jerárquica y ritos, promoviendo una ideología ultraconservadora y anticomunista. Los acusó de vínculos con la CIA, infiltración en ámbitos empresariales, académicos y políticos, difusión de propaganda, persecución de líderes de izquierda, espionaje, infiltración sindical y, potencialmente, actos de violencia. El asesinato de Manuel Buendía en 1984 ha sido vinculado a sus investigaciones y denuncias sobre esta y otras organizaciones de poder en México.
Los Tecos en el Deporte: Historia del Club de Fútbol
Más allá de sus actividades políticas e ideológicas, el nombre “Tecos” es ampliamente reconocido en México por su club de fútbol profesional, directamente asociado a la UAG. Aunque la universidad fue fundada en 1935, el equipo profesional de fútbol, los Tecos de la UAG, se afilió a la Tercera División de México el 5 de julio de 1971, gracias a la iniciativa de Antonio Leaño.
El equipo tuvo un rápido ascenso. En su segunda temporada en Tercera División lograron el ascenso a la Segunda División de México en 1973. Solo dos años después, el 5 de julio de 1975, consiguieron el ascenso a la Primera División, el máximo circuito del fútbol mexicano, tras ganar un partido de desempate contra el Irapuato bajo la dirección de Everardo Villaseñor. Los Tecos se convirtieron, junto con otros clubes, en uno de los pocos equipos de la liga mexicana en ascender desde la Tercera División.
Sus primeros años en Primera División (1975-1979) mostraron potencial, llegando a la liguilla en dos ocasiones (1975-76 y 1977-78), aunque fueron eliminados en cuartos de final. En 1979 ganaron un torneo de pretemporada en España.
Los años siguientes (1980-1992) fueron de irregularidad. A pesar de terminar como líderes generales en la temporada 1980-81 y establecer una racha de invictos, tuvieron una liguilla deslucida. Pasaron varios directores técnicos, pero el equipo no lograba superar los cuartos de final. El uruguayo José Luis Zalazar logró el primer título de goleo individual para la institución en 1986.
La gloria llegó en la temporada 1993-1994. Dirigidos por Víctor Manuel Vucetich, los Tecos fueron superlíderes de la campaña regular. Tras superar a Morelia y América en la liguilla, llegaron a su primera final contra Santos Laguna. Después de perder la ida 1-0 y ganar la vuelta 1-0, el partido se fue a tiempo extra. Un gol de Osmar Donizete en el minuto 3 de la prórroga le dio a los Tecos de la UAG su primer y único campeonato en la Primera División de México.
Tras el campeonato, el equipo vivió años irregulares (1995-2004), con dificultades para clasificar a la liguilla y problemas en la tabla de descenso. En el Clausura 2003, establecieron un récord negativo de menos puntos obtenidos en un torneo corto, aunque lograron evitar el descenso ese año.
En el Clausura 2005, bajo la dirección de Daniel Guzmán, Los Tecos tuvieron una buena campaña y alcanzaron su segunda final, enfrentándose al América. Tras un empate 1-1 en la ida, perdieron la vuelta por 6-3 en el Estadio Azteca, quedando subcampeones.
En 2009, el equipo experimentó una renovación. Bajo la dirección de Antonio Leaño Reyes y el empresario Juan José Frangie, cambiaron su nombre a Club Deportivo Estudiantes Tecos, buscando atraer más público estudiantil. También modificaron sus colores y escudo. Aunque no clasificaron a la liguilla del Apertura 2009, participaron en el torneo Interliga 2010 y lograron clasificar por primera vez a la Copa Libertadores, donde fueron eliminados en la primera fase.
El descenso a la Liga de Ascenso llegó el 13 de abril de 2012, poniendo fin a 37 años en el máximo circuito.
En 2013, la directiva de la UAG confirmó la venta oficial del equipo Estudiantes Tecos al Grupo Pachuca, propiedad de Jesús Martínez y Carlos Slim.
El 22 de mayo de 2014, Grupo Pachuca anunció el cambio de sede del equipo a Zacatecas. Al no lograr el ascenso, el equipo desapareció oficialmente de Zapopan para dar paso a los Mineros de Zacatecas.
Sin embargo, la filial de Segunda División se quedó en Zapopan por una temporada bajo el nombre de Estudiantes Tecos, ganando un torneo de copa. La filial de Tercera División también permaneció brevemente bajo el nombre de Mineros de Zacatecas.
En agosto de 2015, la familia Leaño impulsó el regreso del club a la Tercera División con el nombre de Tecos Fútbol Club. En la temporada 2016-17, lograron el ascenso a la Segunda División (Liga Premier Serie A) al llegar a la final. Aunque perdieron la final en penales, una apelación por alineación indebida del rival les otorgó el campeonato por reglamento, asegurando su lugar en la categoría.
Preguntas Frecuentes
¿Qué significa el nombre Los Tecos? Existen diferentes teorías. Una dice que es un acrónimo de Tarea Educativa y Cultural hacia el Orden y la Síntesis. Otra, más popular, lo relaciona con “tecolote” (búho), simbolizando el estudio nocturno o simplemente un emblema del grupo.
¿Cuál es la relación entre Los Tecos y la UAG? Los Tecos fueron fundamentales en la fundación de la Universidad Autónoma de Occidente (hoy UAG) en 1934, como una respuesta a la imposición de la educación socialista por el gobierno. La organización ha mantenido vínculos estrechos y control sobre la universidad a lo largo de su historia.
¿Qué es el sedevacantismo y cómo se relaciona con Los Tecos? El sedevacantismo es la creencia de que la sede de San Pedro está vacante y que los papas post-Concilio Vaticano II no son legítimos. Los Tecos fueron pioneros en formular esta tesis en México, en oposición a los cambios del Concilio y figuras como Pablo VI, a quien consideraban un “infiltrado”.
¿Por qué Los Tecos se separaron de El Yunque? La separación se debió a una amarga disputa religiosa a principios de la década de 1960, específicamente sobre la legitimidad de los papas posteriores al Concilio Vaticano II. Los Tecos adoptaron el sedevacantismo, mientras que El Yunque reconoció a Pablo VI y sus sucesores.
¿El equipo de fútbol Tecos de la UAG sigue existiendo? Sí, después de su venta a Grupo Pachuca, cambio de sede y desaparición temporal, el club fue revivido por la familia Leaño. Actualmente compiten en la Segunda División de México (Liga Premier Serie A) bajo el nombre de Tecos Fútbol Club.
¿Manuel Buendía denunció a Los Tecos? Sí, el periodista Manuel Buendía denunció públicamente a Los Tecos en su libro “La ultraderecha en México”, describiéndolos como una sociedad secreta de extrema derecha vinculada a la UAG y acusándolos de diversas actividades de influencia y persecución. Su asesinato ha sido relacionado con estas denuncias.
¿Los Tecos tuvieron vínculos internacionales? Sí, utilizaron la UAG y eventos como la conferencia de la UNESCO en 1952 para establecer contactos con grupos de derecha radical en América Latina y la Liga Árabe. Fueron parte de la Liga Mundial Anticomunista (WACL) y formaron la Confederación Anticomunista Latinoamericana (CAL), aunque su antisemitismo generó conflictos internos en la WACL.
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