San Juan Bautista de La Salle y su Legado

La historia de la educación, tal como la conocemos hoy, debe mucho a figuras visionarias que se atrevieron a desafiar las normas establecidas y a dedicar sus vidas a la formación de las nuevas generaciones. Entre ellos, destaca poderosamente la figura de San Juan Bautista de La Salle, un sacerdote francés del siglo XVII que no solo fundó una congregación religiosa, sino que sentó las bases de un sistema pedagógico innovador y, sobre todo, accesible para aquellos que más lo necesitaban: los niños y jóvenes pobres.

Nacido en Reims el 30 de abril de 1651 en el seno de una familia acomodada de juristas, Juan Bautista de La Salle parecía destinado a seguir una vida de confort y prestigio. Desde joven, mostró una inclinación espiritual, recibiendo la tonsura a los 11 años y siendo nombrado canónigo de la Catedral de Reims a los 15, un puesto de notable importancia. Sus primeros pasos se dirigían hacia el sacerdocio tradicional, comenzando sus estudios de Teología en 1669. Sin embargo, la vida le presentó desafíos inesperados con el fallecimiento de sus padres en un corto período, lo que lo obligó a pausar sus estudios para asumir la responsabilidad de sus hermanos menores y la administración familiar durante cuatro años.

El Llamado a Servir a los Más Pobres

Tras retomar y completar sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. A pesar de su ordenación, Juan Bautista de La Salle sintió que su vocación lo llamaba por un camino diferente. Profundamente conmovido por la situación de abandono y la falta de educación de los hijos de los artesanos y los pobres, comenzó a sentir un llamado irresistible a responder a esta realidad a través de la educación. No se limitó a observar; decidió actuar.

Un encuentro crucial en 1679 con Adrián Nyel, un maestro llegado a Reims con la intención de abrir escuelas gratuitas para niños pobres, marcó el inicio de su compromiso directo con el mundo escolar. La situación de estos niños, que parecían estar «tan alejados de la salvación» tanto material como espiritualmente, impactó fuertemente a De La Salle. Tomó la decisión trascendental de poner sus talentos y recursos al servicio de estos niños «a menudo abandonados a sí mismos y sin educación».

La Fundación del Instituto: Hermanos de las Escuelas Cristianas

Después de un período de profunda oración y discernimiento, De La Salle decidió unirse a un grupo de jóvenes maestros comprometidos con la educación de los niños pobres. Su visión iba más allá: quería crear una comunidad de «hermanos cristianos» dedicados exclusivamente a esta labor. Para materializar esta visión y ser más efectivo en su misión, tomó decisiones radicales que impactaron su vida personal y profesional.

Abandonó su cómoda residencia familiar en Reims para ir a vivir con los maestros. Renunció a su puesto de canónigo en la catedral en 1683, despojándose de una posición segura y prestigiosa. Además, mostró un compromiso extraordinario al entregar la mitad de su herencia para el sustento de sus hermanos y el resto lo donó a los pobres, un gesto que fortaleció la confianza y el valor del incipiente grupo de Hermanos. Este acto de desprendimiento total fue fundamental en la consolidación de la comunidad que hoy se conoce como el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Este instituto fue pionero en su género. Se concibió como el primer instituto religioso católico masculino de carácter exclusivamente laico. Esto significaba que sus miembros no eran sacerdotes ni buscaban la ordenación sacerdotal, dedicándose enteramente a la educación de niños y jóvenes, con una atención particular a los más desfavorecidos. Fundado de facto a medida que Juan Bautista de La Salle reunía y organizaba a estos maestros, el Instituto comenzó a operar escuelas basadas en principios revolucionarios para la época.

Innovaciones Pedagógicas y Metodológicas

San Juan Bautista de La Salle no solo fundó una orden; revolucionó las prácticas educativas. Sus escuelas introdujeron métodos pedagógicos que se adelantaron a su tiempo y que tuvieron un impacto duradero en la educación católica y secular en todo el mundo. Algunas de sus innovaciones clave incluyeron:

• Uso de la lengua vernácula: En lugar de enseñar en latín, el idioma académico tradicional, De La Salle insistió en usar la lengua local (francés en su caso) para que los alumnos pudieran comprender plenamente lo que se les enseñaba.
• Agrupación de alumnos: En lugar de la enseñanza individualizada que era común, agrupó a los alumnos por niveles y resultados, permitiendo una enseñanza más eficiente y adaptada a las necesidades del grupo.
• Formación religiosa adaptada: Desarrolló materiales de formación religiosa basados en temas originales, diseñados para ser comprendidos por los jóvenes.
• Maestros con vocación: Se enfocó en formar maestros con una clara vocación religiosa y misionera, viendo la educación como un apostolado.
• Implicación de los padres: Reconoció la importancia de la participación de los padres en el proceso educativo de sus hijos.
• Educación gratuita: Su compromiso más radical fue ofrecer educación completamente gratuita, sin importar la capacidad de pago de las familias. Esto lo puso en conflicto con los maestros privados de la época cuyas ganancias se vieron afectadas.

Además de las escuelas básicas, De La Salle fue un innovador al diversificar la oferta educativa. Creó centros para la formación de maestros seglares (escuelas normales, aunque no se les llamara así), escuelas de aprendizaje para jóvenes delincuentes con el objetivo de reinsertarlos, escuelas técnicas, escuelas secundarias que enseñaban idiomas modernos, artes y ciencias, y cursos dominicales para jóvenes trabajadores que no podían asistir durante la semana. Su obra "Guía de las Escuelas" se convirtió en un manual pedagógico fundamental, traducido y utilizado ampliamente.

Desafíos y Persecuciones

El camino de San Juan Bautista de La Salle y sus Hermanos no estuvo exento de dificultades. Enfrentaron una fuerte oposición desde múltiples frentes:

• Autoridades eclesiásticas: Algunas no veían con buenos ojos la creación de una nueva forma de vida religiosa, especialmente una comunidad de laicos consagrados dedicados exclusivamente a la educación y trabajando «juntos y por asociación».
• Estamentos educativos tradicionales: Los métodos innovadores de De La Salle, como la enseñanza en grupo y el uso del francés, perturbaban las prácticas establecidas.
• Maestros privados: Grupos como los Maestros Calígrafos y los Maestros de Escuelas Menores vieron sus intereses económicos seriamente afectados por la gratuidad de las escuelas lasalianas, lo que llevó a persecuciones y acusaciones falsas.

De La Salle tuvo que enfrentar juicios, desmentir documentos falsos y lidiar con el cierre temporal de algunas de sus escuelas. Fue acusado falsamente de estar relacionado con el movimiento Jansenista, una corriente teológica controversial de la época. A pesar de estas adversidades, la determinación de De La Salle y la dedicación de los Hermanos permitieron que la red de escuelas continuara creciendo y prosperando.

Legado, Canonización y Patronazgo

Extenuado por una vida de trabajo incansable y austeridades, San Juan Bautista de La Salle falleció en Saint-Yon, cerca de Ruan, el 7 de abril de 1719, poco antes de cumplir 68 años. Su muerte no detuvo la expansión de su obra.

La Sociedad de las Escuelas Cristianas continuó creciendo, primero en Francia y luego por todo el mundo. Al momento de su muerte, de las 58 escuelas que había ayudado a abrir, 42 seguían funcionando en 22 localidades. Hoy, las escuelas lasallistas están presentes en 80 países, continuando la misión de educar a niños y jóvenes, especialmente a los más necesitados, y de formar maestros comprometidos.

La Iglesia Católica reconoció la santidad y la importancia de su obra. Juan Bautista de La Salle fue beatificado en 1888 y canonizado como santo el 24 de mayo de 1900 por el Papa León XIII. Su festividad se celebra el 7 de abril.

El reconocimiento de su impacto en la educación alcanzó su punto culminante el 15 de mayo de 1950, cuando el Papa Pío XII lo declaró patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud, y posteriormente, patrono universal de los educadores. Este título subraya la relevancia perenne de sus métodos pedagógicos, su compromiso con la gratuidad y su visión de la educación como un medio para transformar vidas.

La historia de los restos de San Juan Bautista de La Salle es también un reflejo de los tiempos turbulentos que vivió Francia, con varios traslados para protegerlos, desde Ruan hasta París, luego a Bélgica y finalmente a la Casa Madre de la Congregación Lasaliana en Roma, donde reposan actualmente.

Preguntas Frecuentes sobre San Juan Bautista de La Salle

¿Cuándo nació San Juan Bautista de La Salle?

Nació el 30 de abril de 1651 en Reims, Francia.

¿Cuándo falleció?

Falleció el 7 de abril de 1719 en Saint-Yon, cerca de Ruan, Francia.

¿Qué institución fundó?

Fundó el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, también conocido como la Sociedad de las Escuelas Cristianas.

¿Cuándo fue canonizado?

Fue canonizado como santo por el Papa León XIII el 24 de mayo de 1900.

¿Por qué es el patrono de los educadores?

Fue declarado patrono universal de los educadores por el Papa Pío XII el 15 de mayo de 1950, en reconocimiento a su vida dedicada a la educación de la infancia y la juventud y a sus innovadoras contribuciones pedagógicas.

¿Cuáles fueron algunas de sus principales innovaciones educativas?

Entre sus innovaciones destacan el uso de la lengua vernácula en la enseñanza, la agrupación de alumnos por niveles, la educación gratuita para todos, la formación de maestros seglares y la creación de diversos tipos de escuelas para atender distintas necesidades (técnicas, para delincuentes, etc.).

¿Qué impacto tuvo su obra?

Su obra se extendió rápidamente, primero en Francia y luego a nivel mundial. Hoy en día, las escuelas lasallistas están presentes en 80 países, continuando su misión educativa con los principios que él estableció.

¿Escribió algún libro importante?

Sí, escribió obras educativas influyentes como la "Guía de las Escuelas" y las "Reglas de Urbanidad y Cortesía para uso de las Escuelas Cristianas", que sirvieron como manuales pedagógicos.

¿El Instituto que fundó acepta sacerdotes?

No, el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas fue concebido como el primer instituto religioso católico masculino de carácter exclusivamente laico, y no admiten sacerdotes entre sus miembros.

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