Instituto Juana de Arco: Historia y Tragedia

25/12/2024

En el corazón de Copenhague, Dinamarca, existió una institución educativa cuya historia estuvo marcada tanto por la dedicación a la enseñanza como por una tragedia inimaginable: el Instituto Juana de Arco. Fundado por una orden religiosa con una notable trayectoria educativa en el país, este colegio se erigió como un faro de conocimiento y formación para jóvenes estudiantes, operando durante poco más de dos décadas antes de que los avatares de la guerra cambiaran su destino para siempre.

¿Cuándo se fundó el colegio Juana de Arco?
El Instituto Juana de Arco (en francés: Institut Jeanne d'Arc) fue un colegio católico de lengua francesa fundado en 1924 por las Hermanas de San José en el distrito de Frederiksberg, en Copenhague, Dinamarca.

La historia de esta institución comienza formalmente el 1 de agosto de 1924. Fue en esta fecha cuando las Hermanas de San José, una congregación con presencia en Dinamarca desde 1856 y que ya había establecido previamente el exitoso Instituto San José en el distrito de Østerbro en Copenhague en 1858, decidieron expandir su labor educativa fundando un nuevo colegio. La elección del nombre, Juana de Arco, remite a la figura histórica y religiosa francesa, símbolo de fe, coraje y determinación, valores que sin duda buscaban inculcar en sus alumnos.

Para albergar este nuevo centro educativo, se concibió un edificio imponente y funcional. El diseño estuvo a cargo del arquitecto danés Christian Mandrup-Poulsen (1865–1952), un profesional reconocido de la época. El resultado fue una estructura robusta de ladrillo rojo que destacaba en el paisaje urbano. El edificio poseía tres alas, se elevaba a lo largo de cuatro pisos y contaba con una característica mansarda que le añadía distinción. En su interior, el instituto estaba perfectamente equipado para su propósito: disponía de 29 aulas amplias y luminosas, una pensión para albergar a estudiantes y personal, y un jardín de infantes, demostrando el compromiso de las Hermanas con la educación en sus distintas etapas. Era, en esencia, un centro educativo completo que ofrecía un entorno propicio para el aprendizaje y la convivencia.

Durante más de veinte años, el Instituto Juana de Arco cumplió su misión educativa. Las aulas resonaron con las voces de maestros y alumnos, los pasillos fueron testigos de la vida cotidiana de una comunidad dedicada al saber. Sin embargo, la sombra de la Segunda Guerra Mundial se cernía sobre Europa, y Copenhague, bajo ocupación, no era una excepción. La vida diaria transcurría bajo una tensión constante, y la ciudad se convirtió en escenario de operaciones militares y de resistencia.

Fue en este contexto bélico que ocurrió la tragedia que sellaría el destino del Instituto Juana de Arco. El 21 de marzo de 1945, en las postrimerías de la guerra, la Real Fuerza Aérea británica (RAF) emprendió una misión crucial a solicitud de la resistencia danesa. El objetivo era destruir el cuartel general de la Gestapo en Copenhague, ubicado en Shellhuset (The Shell House), un edificio estratégico en el centro de la ciudad. La operación, denominada Operación Cartago, involucró a veinte bombarderos Mosquitos, aeronaves rápidas y versátiles, que partieron rumbo a la capital danesa divididos en tres oleadas.

La misión, concebida para ser precisa y efectiva, se desvió catastróficamente de su curso para el Instituto Juana de Arco. Durante la primera oleada, uno de los Mosquitos sufrió un accidente. Al volar a baja altura, golpeó un poste de luz alto, lo que provocó que la aeronave se estrellara cerca del colegio, impactando contra un garaje adyacente. El impacto generó un incendio y una columna de humo. Trágicamente, dos de los Mosquitos de la segunda oleada, al aproximarse, confundieron el humo y las llamas del accidente con el objetivo previsto, Shellhuset. Pensando que se trataba del cuartel general de la Gestapo, arrojaron sus bombas directamente sobre el Instituto Juana de Arco.

El impacto de las bombas sobre un centro educativo lleno de vida fue devastador. La estructura de ladrillo rojo, diseñada por Mandrup-Poulsen, no pudo resistir la fuerza de la explosión. El edificio fue pulverizado, y el caos y la destrucción se apoderaron del lugar. Pero la verdadera magnitud de la catástrofe se midió en vidas humanas. El bombardeo accidental resultó en un número terrible de víctimas: 86 niños que estaban en el colegio perdieron la vida, junto con 19 adultos, entre personal docente y religioso. Además, otros 67 niños y 35 adultos resultaron heridos, muchos de ellos con lesiones graves. Fue un golpe demoledor para la comunidad de Copenhague y un recordatorio brutal de cómo la guerra, incluso en sus errores, puede infligir un dolor incalculable a los inocentes.

Las consecuencias del bombardeo fueron irreversibles. El Instituto Juana de Arco, tal como existía, dejó de existir. El edificio original fue completamente destruido por el impacto y el fuego subsiguiente. Las estructuras restantes que no colapsaron fueron consideradas irreparables y, en consecuencia, fueron demolidas por completo. No quedó nada del colegio que una vez albergó a cientos de estudiantes y educadores.

Para los alumnos que sobrevivieron a la tragedia, las Hermanas de San José se aseguraron de que su educación pudiera continuar. Los estudiantes fueron trasladados al otro colegio de la congregación en Copenhague, el Instituto San José, que tuvo que ser ampliado para poder acoger a todos los recién llegados. De esta manera, la labor educativa de las Hermanas persistió, aunque el recuerdo del colegio perdido y de las vidas truncadas perduró.

Hoy en día, el sitio donde una vez se encontraba el Instituto Juana de Arco tiene un aspecto muy diferente. En lugar del imponente edificio educativo, se erigen seis edificios de apartamentos, integrándose en el tejido residencial de la ciudad. Sin embargo, el lugar no ha olvidado su historia. En 1953, como un recordatorio permanente de la tragedia y en homenaje a las víctimas, se erigió un monumento en el sitio. Esta obra, creada por el artista Max Andersen, sirve como punto de reflexión y memoria para los habitantes de Copenhague y para aquellos que conocen la historia del colegio.

La historia del bombardeo del Instituto Juana de Arco ha trascendido el ámbito histórico para entrar en la cultura popular. La dramática secuencia de eventos y el profundo impacto humano de la tragedia fueron la base para la película "Una sombra en mi ojo" (conocida internacionalmente como "The Bombardment"), que narra los sucesos de aquel fatídico día desde la perspectiva de varios personajes, incluyendo a los niños y las Hermanas del colegio.

Es imposible hablar del Instituto Juana de Arco sin mencionar a la figura que inspiró su nombre: Juana de Arco (c. 1412-1431). Conocida como la Doncella de Orleans, es una de las figuras más emblemáticas de la historia de Francia y una heroína reconocida a nivel mundial. Su historia, ocurrida más de 500 años antes de la fundación del colegio, es fascinante y compleja.

Juana nació en una aldea francesa en un momento crítico de la Guerra de los Cien Años, cuando gran parte del territorio francés estaba bajo control inglés. Era una simple joven campesina, analfabeta, con rasgos físicos que los cronistas de la época describían como andróginos. Lo que la distinguió fue su afirmación de tener visiones y escuchar voces divinas, que identificó como provenientes del arcángel Miguel, santa Margarita y santa Catalina de Alejandría. Según ella, estas entidades celestiales le encomendaron una misión: salvar a Francia de los invasores ingleses y asegurar la coronación del legítimo rey francés, Carlos VII.

En un acto de fe y desesperación, la corte francesa, necesitada de esperanza en medio de derrotas militares y disensiones internas, decidió escuchar a esta joven enigmática. Carlos VII la envió a Orleans, una ciudad sitiada por los ingleses. La presencia de Juana en el campo de batalla, vestida con armadura, aunque sin participar directamente en el combate según algunos relatos, elevó la moral de las tropas francesas de manera extraordinaria. Pocos días después de su llegada, el sitio de Orleans fue levantado, un punto de inflexión crucial en la guerra. Posteriormente, Juana participó en otras campañas militares que llevaron a importantes victorias francesas y culminaron con la coronación de Carlos VII en Reims.

Sin embargo, la fortuna militar y política de Juana fue breve. Fue capturada por los borgoñones, aliados de los ingleses, y vendida a estos últimos. Fue sometida a un juicio eclesiástico en Ruan bajo la acusación de herejía, un proceso plagado de irregularidades y presiones políticas. A pesar de su defensa, fue declarada culpable y condenada a morir en la hoguera. Fue ejecutada en Ruan el 30 de mayo de 1431, con apenas 19 años.

Pocas décadas después de su muerte, la Iglesia católica revisó su juicio y la declaró inocente, rehabilitando su figura. Con el tiempo, Juana de Arco fue beatificada en 1909 y canonizada como santa en 1920, convirtiéndose oficialmente en Santa Juana de Arco, patrona de Francia. Su figura ha sido interpretada de múltiples maneras a lo largo de la historia, siendo un símbolo de fe, patriotismo y resistencia.

Respecto a las voces y visiones que Juana afirmaba tener, han sido objeto de debate a lo largo de los siglos. Mientras que para los creyentes eran de origen divino y para sus enemigos de origen satánico, la ciencia médica moderna ha intentado ofrecer posibles explicaciones. Durante el siglo XX, algunos psiquiatras sugirieron diagnósticos como esquizofrenia o neurosis histérica, pero estas teorías encontraron objeciones por falta de evidencia clara en los registros históricos o por no ajustarse completamente a los síntomas descritos.

Un diagnóstico más reciente, propuesto por neurólogos como Giuseppe d’Orsi y Paola Tinuper, sugiere que Juana de Arco podría haber padecido una epilepsia parcial idiopática con toma auditiva (IPEAF). Esta condición afecta una pequeña parte del cerebro, a menudo la zona auditiva, y puede causar alucinaciones auditivas sin deterioro significativo de la personalidad. Se considera una hipótesis seria, aunque, como ocurre con cualquier diagnóstico retrospectivo de figuras históricas, es difícil de confirmar sin pruebas concluyentes, como una muestra de ADN que, en el caso de Juana, fue quemada y esparcida.

La elección del nombre Juana de Arco para el instituto en Copenhague probablemente buscaba invocar la fuerza espiritual y el coraje de la santa, valores que las Hermanas de San José deseaban transmitir a sus estudiantes. Irónicamente, la historia del colegio también se convirtió en un relato de fe y resiliencia frente a la adversidad, aunque de una naturaleza muy diferente a la de su santa patrona.

La historia del Instituto Juana de Arco es un recordatorio conmovedor de cómo los eventos históricos, especialmente los conflictos bélicos, pueden tener consecuencias inesperadas y devastadoras, afectando a lugares y personas que no son objetivos directos. La memoria de este colegio y de sus víctimas permanece viva, no solo en el monumento en el sitio, sino también en los relatos y obras culturales que buscan preservar este capítulo, triste pero significativo, de la historia de Copenhague.

Evento Fecha Descripción
Fundación del Instituto 1 de agosto de 1924 Las Hermanas de San José establecen el colegio en Copenhague.
Bombardeo Accidental 21 de marzo de 1945 El colegio es destruido por bombas destinadas al cuartel general de la Gestapo.
Erección del Monumento 1953 Se inaugura un monumento en el sitio para conmemorar a las víctimas.

Preguntas Frecuentes sobre el Instituto Juana de Arco

¿Cuándo fue fundado el Instituto Juana de Arco en Copenhague?
Fue fundado el 1 de agosto de 1924.

¿Quién fundó este colegio?
Fue establecido por las Hermanas de San José, una orden religiosa con presencia en Dinamarca.

¿Cómo era el edificio original del instituto?
Era un edificio de ladrillo rojo diseñado por Christian Mandrup-Poulsen, con tres alas, cuatro pisos, mansarda, 29 aulas, pensión y jardín de infantes.

¿Qué ocurrió en el instituto el 21 de marzo de 1945?
El colegio fue bombardeado accidentalmente durante la Operación Cartago de la RAF, una misión dirigida al cuartel general de la Gestapo en Copenhague.

¿Por qué el colegio fue bombardeado si no era el objetivo?
Un avión de la primera oleada se estrelló cerca, y dos aviones de la segunda oleada confundieron el humo del accidente con el objetivo principal y arrojaron sus bombas sobre el instituto.

¿Cuántas personas murieron en el bombardeo del colegio?
Trágicamente, murieron 86 niños y 19 adultos.

¿Cuántas personas resultaron heridas?
Resultaron heridos 67 niños y 35 adultos.

¿Qué pasó con el edificio del instituto después del bombardeo?
El edificio fue destruido y los restos fueron demolidos.

¿Dónde fueron trasladados los alumnos sobrevivientes?
Fueron trasladados al otro colegio de las Hermanas de San José en Copenhague, el Instituto San José.

¿Qué hay actualmente en el sitio donde estaba el colegio?
Actualmente hay seis edificios de apartamentos y un monumento conmemorativo erigido en 1953.

¿Quién fue Juana de Arco, la figura histórica que da nombre al colegio?
Fue una heroína francesa (c. 1412-1431) que afirmó tener visiones divinas y jugó un papel crucial en la Guerra de los Cien Años, siendo posteriormente canonizada como santa.

Según teorías modernas, ¿qué padecía Juana de Arco respecto a sus voces?
Una hipótesis reciente y seria sugiere que podría haber padecido una epilepsia parcial idiopática con toma auditiva, aunque esto es una teoría médica y no un hecho confirmado.

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