13/09/2024
Carl R. Rogers (1902–1987) es una figura fundamental en la historia de la psicología, reconocido como uno de los fundadores de la Psicología Humanista. Su trabajo revolucionó el campo de la psicoterapia con el desarrollo del enfoque centrado en la persona, también conocido inicialmente como terapia centrada en el cliente. Rogers no solo propuso un nuevo modelo terapéutico, sino que también sentó las bases para la investigación en psicología clínica y defendió la importancia de la relación terapéutica. Su legado perdura, influenciando diversas áreas más allá de la terapia.
Nacido en 1902 en Oak Park, Illinois, en el seno de una familia religiosa y conservadora, Carl Rogers fue el cuarto de seis hermanos. Su infancia estuvo marcada por un ambiente de estrictos valores morales y una limitada expresión emocional. A pesar de crecer en una familia numerosa, a menudo se sentía solo y percibía un mayor afecto hacia sus hermanos mayores. Esta soledad temprana lo llevó a refugiarse en la lectura, desarrollando una disciplina y una forma de pensar independiente que lo acompañarían toda su vida. La mudanza familiar a una granja cuando tenía doce años despertó su interés por la ciencia, especialmente a través de la observación de la naturaleza.

Inicialmente, Rogers se matriculó en la Universidad de Wisconsin-Madison para estudiar agricultura, pero pronto cambió a historia. Un viaje a China en 1922 para una conferencia cristiana amplió su perspectiva. Tras graduarse en historia en 1924, ingresó en el Union Theological Seminary con la intención de ser ministro. Sin embargo, su creciente interés por la psicología, estimulado por clases en el Teachers College de la Universidad de Columbia y su trabajo clínico con niños, lo llevó a cambiar de rumbo profesional. Obtuvo su maestría en psicología en 1928 y su doctorado en 1931 en Columbia.
- Los Primeros Pasos en la Terapia Centrada en el Cliente
- El Nacimiento de la Psicología Humanista: La "Tercera Fuerza"
- El Enfoque Centrado en la Persona: Pilares Fundamentales
- Conceptos Clave del Enfoque Rogeriano
- Rogers en la Investigación y la Práctica Clínica
- Contribuciones a la Profesión y Legado
- Evolución y Desarrollos Modernos
- Críticas al Enfoque Centrado en la Persona
- Diferencias con Otras Corrientes Terapéuticas
- Preguntas Frecuentes sobre Carl Rogers y su Teoría
Los Primeros Pasos en la Terapia Centrada en el Cliente
Tras doctorarse, Rogers comenzó a trabajar en la Sociedad de Rochester para la Prevención de la Crueldad Infantil. Fue en este entorno donde sus experiencias como terapeuta con niños y sus madres sentaron las bases para el desarrollo de su enfoque. Una anécdota clave narra cómo, al intentar ofrecer una interpretación experta a una madre, esta se retiró inicialmente para luego regresar pidiendo ayuda para sí misma. Al permitirle hablar libremente sobre su propia experiencia, Rogers comprendió el poder de dejar que el cliente liderara el proceso, sin la intervención directiva del terapeuta. Esta revelación fue fundamental para lo que más tarde llamaría 'terapia no directiva' y, posteriormente, 'terapia centrada en el cliente'.
Su tiempo en Rochester, influenciado también por el trabajo de Otto Rank y Jessie Taft, cristalizó en su creencia de que una relación terapéutica basada en la aceptación y la comprensión podía ayudar a los clientes a resolver sus problemas y obtener una visión más profunda de sus vidas. Este concepto se consolidaría como la Consideración Positiva Incondicional.
Después de Rochester, Rogers se unió a la Universidad Estatal de Ohio como profesor de psicología clínica. Fue allí donde escribió su influyente libro Counseling and Psychotherapy (1942), en el que presentó por primera vez sus ideas. El libro fue un éxito inesperado, vendiendo muchas más copias de las previstas. Durante su estancia en Ohio, Rogers también innovó en la formación de futuros terapeutas, desarrollando un programa de prácticas que integraba la terapia supervisada en la formación académica, una práctica que hoy es estándar.
El Nacimiento de la Psicología Humanista: La "Tercera Fuerza"
La teoría de Carl Rogers surgió en un momento en que la psicología académica y clínica estaba dominada por dos fuerzas principales: el psicoanálisis, con su énfasis en el inconsciente y los impulsos biológicos, y el conductismo, centrado en el comportamiento observable y el aprendizaje a través del refuerzo. Ambas corrientes compartían una visión en gran medida determinista del ser humano, considerando que la conducta estaba dictada por fuerzas internas (inconsciente) o externas (ambiente).
Rogers, junto con otros psicólogos como Abraham Maslow, discrepaba de esta visión. Promovieron una perspectiva más optimista y centrada en la capacidad inherente del ser humano para el crecimiento, la autorrealización y la autodeterminación. Esta nueva corriente, conocida como la Psicología Humanista, se presentó como la "tercera fuerza" en psicología. La teoría humanista de Rogers postula que, en un entorno propicio, cada individuo tiene la capacidad intrínseca de desarrollar todo su potencial y dirigir su propia vida de manera constructiva. Se enfoca en la experiencia subjetiva, el libre albedrío y la importancia del crecimiento personal.
El enfoque humanista subyace directamente al enfoque centrado en la persona de Rogers. Su formación inicial en un seminario teológico liberal influyó en su pensamiento no ortodoxo y en su creencia fundamental en la bondad inherente y el potencial de cada individuo.
El Enfoque Centrado en la Persona: Pilares Fundamentales
La piedra angular del enfoque centrado en la persona reside en la calidad de la relación entre terapeuta y cliente. Rogers identificó seis condiciones que consideró necesarias y suficientes para que ocurra un cambio terapéutico significativo en la personalidad. Aunque inicialmente presentó seis, tres de ellas se hicieron particularmente famosas y son conocidas como las "condiciones nucleares" o "facilitadoras":
- Congruencia (Autenticidad): El terapeuta es genuino, auténtico y transparente en la relación. Sus sentimientos y expresiones son coherentes con su experiencia interna. Esto permite al cliente percibir al terapeuta como una persona real y confiable.
- Consideración Positiva Incondicional: El terapeuta experimenta una aceptación cálida, positiva y sin juicios hacia el cliente, independientemente de lo que este exprese o sienta. Esta aceptación no significa aprobar todas las conductas, sino valorar a la persona en su totalidad, creyendo en su valía inherente.
- Empatía (Comprensión Empática): El terapeuta se esfuerza por comprender los sentimientos y significados del cliente 'como si' fueran propios, pero sin perder su propia identidad. Comunica esta comprensión al cliente, permitiéndole sentirse profundamente escuchado y comprendido.
Rogers postuló que si estas tres condiciones están presentes en un nivel suficiente, junto con las otras tres condiciones (contacto psicológico entre terapeuta y cliente, incongruencia del cliente que genera ansiedad/vulnerabilidad, y la percepción del cliente de la empatía y UPR del terapeuta), el cambio terapéutico constructivo ocurrirá naturalmente. No se necesitan otras técnicas o intervenciones directivas.
Estas condiciones contrastan fuertemente con enfoques más directivos o interpretativos, donde el terapeuta asume un rol de experto que diagnostica, interpreta o dirige al cliente. En el enfoque centrado en la persona, el cliente es visto como el experto en su propia experiencia, con la capacidad inherente para resolver sus propios problemas, siempre que reciba el apoyo y el clima psicológico adecuado.

Conceptos Clave del Enfoque Rogeriano
Además de las condiciones nucleares, Carl Rogers desarrolló otros conceptos importantes para comprender la personalidad y el proceso de cambio:
Locus de Evaluación
Rogers introdujo el término 'locus de evaluación' para referirse a cómo las personas interpretan el mundo y su experiencia. Un 'locus de evaluación interno' significa que la persona confía en su propia experiencia organísmica y en sus sentimientos internos como guía para tomar decisiones y evaluar su valía. Por el contrario, si una persona ha crecido recibiendo 'condiciones de valía' (amor condicional) de otros, puede desarrollar 'valores introyectados' y vivir desde un 'locus de evaluación externo', buscando constantemente la aprobación de los demás para sentirse valiosa o feliz. La terapia centrada en la persona busca ayudar al cliente a pasar de un locus de evaluación externo a uno interno.
Las Siete Etapas del Proceso
En su libro On Becoming a Person (1961), Rogers describió un modelo de las siete etapas del proceso de cambio terapéutico. Estas etapas describen el continuo que va desde la rigidez y la lejanía de la propia experiencia hasta la fluidez y la apertura a nuevas formas de ser. No es un modelo lineal, y los clientes pueden moverse hacia adelante y hacia atrás entre las etapas. Sin embargo, a medida que avanzan, hay una mayor apertura a la experiencia, una mayor congruencia entre el yo y la experiencia, una mayor auto-responsabilidad y una capacidad creciente para experimentar y expresar sentimientos.
Las etapas van desde la Etapa 1 ('lejanía de la experiencia', comunicación sobre temas externos, evitación de sentimientos cercanos) hasta la Etapa 7 ('experiencia de elecciones efectivas de nuevas formas de ser', fluidez, confianza en la propia experiencia organísmica, congruencia).
Las 19 Proposiciones
En Client-Centered Therapy (1951), Rogers presentó una teoría de la personalidad y el comportamiento en forma de 19 proposiciones. Estas proposiciones enfatizan el campo fenoménico (la realidad subjetiva tal como es percibida por el individuo) como el principal determinante del comportamiento. Resaltan la tendencia formativa (la tendencia innata de todos los organismos a crecer y desarrollarse) y la tendencia actualizante (la tendencia direccional hacia el crecimiento y la autorrealización). Las proposiciones sugieren que el comportamiento es un intento de la persona para satisfacer sus necesidades tal como las percibe en su campo fenoménico. La incongruencia entre el yo (el autoconcepto) y la experiencia puede llevar a la desorganización psicológica.
Rogers en la Investigación y la Práctica Clínica
Rogers no solo fue un teórico y terapeuta innovador, sino también un pionero en la investigación de la psicoterapia. En la Universidad de Chicago, se interesó en estudiar científicamente la efectividad de los diferentes métodos terapéuticos en una época en que esto no era una práctica común. Analizó transcripciones de cientos de sesiones de terapia y utilizó pruebas psicométricas antes y después del tratamiento para evaluar el cambio en los clientes.
Su trabajo en Chicago también llevó al desarrollo de nuevos estándares éticos para la psicoterapia. Enfatizó la autonomía del cliente y la confidencialidad. La grabación de sesiones requería el consentimiento del cliente, y la información sobre el cliente no se compartía con terceros, excepto para confirmar que el cliente estaba en terapia. Estas prácticas, ahora ampliamente aceptadas, fueron innovadoras en su momento.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la necesidad de servicios psicológicos aumentó drásticamente. Rogers colaboró con la United Service Organization para desarrollar programas de entrenamiento rápido para terapeutas no directivos, lo que permitió aumentar el número de profesionales disponibles.
Contribuciones a la Profesión y Legado
Carl Rogers jugó un papel crucial en la reorganización de la American Psychological Association (APA) después de la Segunda Guerra Mundial, integrando a los psicólogos clínicos con los académicos. Fue elegido presidente de la APA en 1947. Su liderazgo ayudó a expandir la asociación y a crear divisiones que acogieran a psicólogos de diversas especialidades. Estuvo profundamente involucrado en la formulación de la formación clínica y en la creación de la American Board of Examiners in Professional Psychology.
En 1963, Rogers se trasladó a La Jolla, California, uniéndose al Western Behavioral Sciences Institute y más tarde co-fundando el Center for Studies of the Person. En este período, la Psicología Humanista ya se había establecido como una fuerza importante.

Rogers recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera. Fue el primer receptor del Distinguished Professional Contribution Award de la APA en 1972. La cita del premio destacaba su compromiso con la persona integral, su método terapéutico que llega a las raíces del potencial humano y su influencia en la práctica de la psicología en diversos ámbitos.
Evolución y Desarrollos Modernos
El enfoque centrado en la persona no se detuvo con Rogers. Sus ideas han continuado evolucionando. Discípulos y colaboradores como Dave Mearns y Brian Thorne han desarrollado conceptos como las 'configuraciones del self' (la idea de que las personas tienen múltiples 'yoes' o aspectos de sí mismas) y la 'profundidad relacional', que describe momentos de conexión intensa y significativa en la terapia, que creen que ocurren cuando las condiciones nucleares están presentes en alto grado.
El trabajo de Rogers también ha inspirado investigación contemporánea. Aunque algunos críticos señalan una posible falta de actualización en la investigación dentro del campo centrado en la persona, se han realizado estudios recientes importantes, como ensayos sobre la efectividad de la terapia centrada en la persona en entornos escolares y comparaciones con otras modalidades como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC).
Críticas al Enfoque Centrado en la Persona
A pesar de su amplia influencia, el enfoque centrado en la persona ha recibido críticas. Algunas de las objeciones más comunes incluyen:
- Especificidad Cultural: Se argumenta que el enfoque puede ser culturalmente específico y no universalmente aplicable, ya que el énfasis en la autoexpresión y la autodirección puede no encajar en culturas más colectivistas o con diferentes estructuras de autoridad.
- Visión de la Naturaleza Humana: La creencia de Rogers en la bondad esencial y la tendencia innata al crecimiento ha sido cuestionada, especialmente a la luz de las atrocidades humanas. Críticos sugieren que esta visión puede ser demasiado optimista.
- Suficiencia de las Condiciones: La afirmación de que las seis condiciones son suficientes para el cambio terapéutico ha sido debatida. Algunos argumentan que ciertos clientes, especialmente aquellos con traumas severos, adicciones o psicopatías, pueden necesitar un enfoque más estructurado o directivo.
- Crítica de Masson: Janet Malcolm y Jeffrey Masson han criticado la autenticidad del terapeuta, sugiriendo que la 'congruencia' en terapia podría ser una actuación profesional en lugar de una genuina expresión del ser del terapeuta, dada la artificialidad del entorno terapéutico.
- Crítica Teológica: Desde una perspectiva religiosa, se ha criticado el enfoque humanista por poner al 'self' en el centro de la existencia humana, lo que se ve como contrario a la primacía de Dios en algunas creencias.
Diferencias con Otras Corrientes Terapéuticas
El enfoque centrado en la persona se distingue significativamente de otras modalidades terapéuticas:
| Característica | Enfoque Centrado en la Persona | Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) | Terapia Gestalt | Enfoque Psicodinámico/Conductismo (Tradicional) |
|---|---|---|---|---|
| Rol del Terapeuta | Facilitador, acompañante, no directivo | Experto, instructor, directivo | Facilitador, fomenta la conciencia, activo en técnicas | Experto, intérprete (psicodinámico), controlador del ambiente (conductismo) |
| Foco Principal | Relación terapéutica, experiencia subjetiva, potencial del cliente | Pensamientos irracionales, conductas disfuncionales, aprendizaje | Conciencia del 'aquí y ahora', experiencia organísmica, cierre de ciclos | Inconsciente, historia pasada (psicodinámico), conducta observable (conductismo) |
| Importancia de la Relación | Central, considerada necesaria y suficiente para el cambio | Importante como base, pero no el motor principal del cambio | Importante para el apoyo, pero el foco está en la conciencia del cliente | Variable, menos central en enfoques iniciales |
| Directividad | No directivo | Altamente directivo | Moderadamente directivo (uso de técnicas) | Directivo (interpretación, manejo del ambiente) |
| Visión del Cliente | Experto en su propia experiencia, con capacidad innata de crecimiento | Individuo con patrones de pensamiento/conducta desadaptativos | Individuo con partes fragmentadas o ciclos incompletos | Sujeto a fuerzas inconscientes o ambientales |
El concepto del 'veredicto del pájaro dodo' (la idea de que diferentes terapias producen resultados similares) llevó a la búsqueda de factores comunes. Rogers y el enfoque humanista fueron pioneros en destacar la importancia de los factores relacionales (empatía, UPR, congruencia), que ahora se reconocen como importantes en casi todas las modalidades, aunque se denominen de manera diferente. Esto se conoce como el 'giro relacional' en la terapia.
A diferencia de la TCC, que es explícitamente directiva y busca modificar pensamientos y conductas específicas, o la Terapia Gestalt, que utiliza técnicas activas para aumentar la conciencia, el enfoque centrado en la persona confía principalmente en el poder curativo de la relación en sí misma y en la capacidad inherente del cliente para dirigirse hacia el crecimiento cuando se le proporcionan las condiciones adecuadas.
Preguntas Frecuentes sobre Carl Rogers y su Teoría
Aquí respondemos algunas preguntas comunes sobre Carl Rogers y su escuela de pensamiento:
¿Cuál fue la escuela de pensamiento de Carl Rogers?
La escuela de pensamiento de Carl Rogers es la Psicología Humanista. Es considerado uno de sus fundadores, junto con Abraham Maslow. Esta corriente se centra en el potencial humano, el crecimiento personal y la autodeterminación, en contraste con el psicoanálisis y el conductismo.
¿Cómo se llama la teoría del aprendizaje de Carl Rogers?
Aunque Carl Rogers es más conocido por su teoría de la personalidad y la psicoterapia (el Enfoque Centrado en la Persona), sus ideas también tienen implicaciones significativas para el aprendizaje. No desarrolló una "teoría específica del aprendizaje" de la misma manera que los conductistas, pero su enfoque promueve un 'aprendizaje significativo' o 'experiencial'. Este aprendizaje ocurre cuando el material es relevante para los intereses y objetivos del estudiante, se basa en la participación activa y se fomenta en un clima de aceptación y comprensión, similar a las condiciones de la terapia centrada en la persona. Se podría decir que su enfoque se relaciona con teorías del aprendizaje centradas en el estudiante y el crecimiento personal.
¿Qué es la psicología humanista de Carl Rogers?
La psicología humanista de Carl Rogers es un enfoque que postula que los seres humanos tienen una capacidad innata para el crecimiento personal, la autorrealización y el desarrollo positivo. Sostiene que, dadas las condiciones adecuadas (especialmente un entorno de Empatía, Congruencia y Consideración Positiva Incondicional), las personas pueden alcanzar su máximo potencial. Se diferencia de las perspectivas deterministas al enfatizar el libre albedrío y la capacidad del individuo para moldear su propio destino.
Carl Rogers dejó un legado imborrable en la psicología. Su enfoque centrado en la persona no solo transformó la práctica terapéutica, pasando de un modelo paternalista a uno colaborativo y respetuoso, sino que también influyó en la educación, el liderazgo y la resolución de conflictos a nivel internacional. Su creencia fundamental en la dignidad y el potencial de cada ser humano continúa inspirando a profesionales y personas en todo el mundo a buscar el crecimiento y la autenticidad.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a La Psicología Humanista de Carl Rogers puedes visitar la categoría Psicología.
