¿Cómo influyen los valores en la escuela?

Enseñar Valores a Niños: Guía Práctica

13/04/2025

Una de las preguntas que con mayor frecuencia se hacen los padres y educadores es cómo enseñar valores a los niños de manera que realmente los internalicen y apliquen en su día a día. Como bien sabemos, los valores son la base de un desarrollo sano y una convivencia armoniosa con las personas que nos rodean y con la sociedad en general. Son herramientas esenciales para afrontar las diversas situaciones que la vida presenta.

¿Cómo puedo enseñar valores de manera divertida a los niños?
Historias y debates: Leer historias cortas y luego debatir las decisiones de los personajes puede ayudar a los niños a reflexionar sobre sus propios valores. Juegos al aire libre: Juegos como “la soga” o “las sillas musicales” pueden enseñar valores como el trabajo en equipo, la paciencia y el respeto por los demás.

Existe a menudo una confusión sobre si la responsabilidad de inculcar valores recae principalmente en el hogar o en las instituciones educativas. La realidad es que es una labor compartida y complementaria. Tú, como padre o tutor, juegas un papel crucial en este proceso, y el colegio particular actúa como un valioso complemento en la formación integral de tus hijos.

Dentro del entorno escolar, los docentes emplean una variedad de métodos, como actividades, tareas, proyectos, reglamentos y normas, para promover la adquisición de valores éticos. Sin embargo, la formación inicial y continua se nutre enormemente de la convivencia familiar diaria. La meta no es que los niños aprendan los valores de forma teórica o por escrito, sino que los experimenten, los vivan y los pongan en práctica de manera constante, tanto dentro como fuera del aula.

Los maestros tienen la importante tarea de modelar y aplicar estos valores sociales en el salón de clases. Deben estar capacitados en cómo enseñar valores morales, ya que los niños los ven como un ejemplo a seguir. Por ende, el aprendizaje se inicia a través de la observación y la imitación.

Índice de Contenido

¿Qué son los valores?

Antes de adentrarnos en las estrategias para enseñar valores, es fundamental comprender qué son y por qué son tan importantes en nuestras interacciones sociales. Los valores actúan como guías que moderan nuestra conducta y nos permiten discernir entre lo que se considera correcto e incorrecto.

Los valores pueden definirse como un conjunto de habilidades, actitudes, virtudes y cualidades que nos ayudan a clasificar y orientar ciertos comportamientos que son considerados socialmente aceptables y beneficiosos. Estas aptitudes se van adquiriendo desde la educación infantil, evolucionando y consolidándose con el paso de los años y las diversas experiencias de vida.

Los valores son esenciales para que la humanidad pueda relacionarse de manera armoniosa. Entre los más comunes y reconocidos encontramos la ética, la responsabilidad, la justicia y la libertad. Una característica notable de estos comportamientos es su perdurabilidad; suelen acompañarnos hasta la edad adulta, lo que subraya la vital importancia de saber cómo enseñarlos eficazmente desde la infancia.

El Hogar: El Cimiento de los Valores

Es innegable que la educación, los valores y el comportamiento de los niños están fuertemente influenciados por el ambiente familiar y la forma en que son tratados en casa. Cuando a esto se suma un entorno escolar que fomenta activamente el aprendizaje de valores personales y sociales, se crea la combinación ideal para que los niños los aprendan de la manera más directa y efectiva posible. Por lo tanto, es de vital importancia que como padres nos aseguremos de que nuestros hijos crezcan en un lugar seguro, amoroso y que tengan acceso a una excelente educación, tanto formal como informal.

¿Cómo enseñar valores en casa? Estrategias Prácticas

Considerando la importancia del hogar en la formación de valores, aquí te presentamos algunos consejos y prácticas que resultarán de gran utilidad para saber la forma más adecuada de cómo enseñar valores en el día a día:

  • No es lo que dices, es lo que haces: Tus hijos observan constantemente cómo te diriges, tratas y te comportas con otras personas. Adoptarán estas actitudes y comportamientos como propios. Por ello, es fundamental ser coherente entre lo que dices y lo que haces. Dirígete siempre con respeto mutuo a los demás y asegúrate de que tus acciones reflejen los valores humanos que deseas inculcar. Sé un modelo a seguir.
  • Habla de los valores y por qué son importantes para ti: Tómate el tiempo para explicarle a tu hijo en detalle cuáles son los valores fundamentales para ti y por qué les das tanta importancia. Una herramienta muy útil para que los entienda mejor y, además, sea más entretenido, es recurrir a materiales diversos como cuentos, películas o caricaturas que desarrollen o toquen un valor en particular.
  • Habla de por qué tomas ciertas decisiones en función de tus valores: Si se presenta la ocasión de aplicar un valor en una situación cotidiana, platica con tu hijo cuál fue la razón detrás de tu decisión. Por ejemplo, si encuentras algo de valor que alguien perdió y decides devolverlo, dile que lo hiciste porque eres una persona honesta. Relacionar la acción con el valor hace que el concepto sea más concreto y comprensible para ellos.
  • Reconoce su buen comportamiento: Cuando observes que tu hijo comienza a demostrar ciertos valores en sus acciones, reconócelo explícitamente. Hazle saber que lo que hizo fue correcto y que estás orgulloso de él. De igual manera, si está teniendo un comportamiento inadecuado, háblalo con él de una manera que pueda comprender, explicando por qué esa acción no es correcta, y siempre hazlo de forma amorosa y constructiva.

Recursos Adicionales para Enseñar Valores en Casa

En el hogar, el aprendizaje de valores ocurre de forma natural a través de las interacciones y experiencias diarias. Sin embargo, existen recursos específicos que pueden potenciar y reforzar estos aprendizajes de una manera lúdica y efectiva:

  • Libros y cuentos: El mercado editorial ofrece una gran cantidad de libros infantiles que abordan temas relacionados con valores humanos como la amistad, la generosidad, la empatía o la perseverancia. Leer estas historias juntos puede ser una excelente manera de iniciar conversaciones significativas con los niños sobre valores éticos y morales, además de fomentar su comprensión lectora.
  • Juegos de mesa: Juegos clásicos como “El juego de la vida” o “Monopoly” pueden enseñar valores como la honestidad (siguiendo las reglas), la paciencia, la gestión del dinero y la deportividad al ganar o perder. Otros juegos cooperativos fomentan el trabajo en equipo y la ayuda mutua.
  • Aplicaciones educativas: Existen apps diseñadas específicamente para enseñar valores a los niños a través de actividades interactivas, historias animadas y desafíos que les permiten practicar la toma de decisiones basadas en valores.
  • Películas y series: Muchas producciones audiovisuales infantiles están cargadas de lecciones de vida y enseñanzas sobre valores fundamentales. Lo importante es no solo verlas, sino dialogar con los niños después para analizar las acciones de los personajes y reforzar el mensaje valórico.
  • Conversaciones diarias: Aprovechar los momentos cotidianos es clave. Si un niño comparte su juguete con su hermano, es una oportunidad de oro para hablar sobre la generosidad. Si alguien les ayuda, es el momento de destacar la importancia de la gratitud. Estas pequeñas conversaciones refuerzan el aprendizaje de forma constante.

El Complemento Escolar: Reforzando Valores

Si bien el hogar es el punto de partida, la escuela juega un papel esencial en la consolidación y ampliación del aprendizaje de valores. En el entorno escolar, los niños interactúan con un grupo más diverso de personas, se enfrentan a nuevas situaciones sociales y aprenden a funcionar dentro de un sistema de normas y reglas.

¿Qué valores se refuerzan en la escuela?

Entre los valores más comunes que se complementan y refuerzan activamente dentro de la escuela particular se encuentran el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la libertad, la justicia, la amistad y la honestidad. Estos valores se viven y aprenden a través de las normas de convivencia, las reglas establecidas y, sobre todo, mediante la interacción diaria que se da entre el alumnado y con los docentes.

En las instituciones educativas, la misión va más allá de impartir conocimientos académicos. Es fundamental educar a los niños en valores desde sus primeras experiencias escolares. El objetivo es que, a medida que crezcan, estén equipados para relacionarse de manera adecuada en cualquier entorno y situación.

Los maestros tienen la responsabilidad de guiar a los alumnos para que se relacionen y desarrollen adecuadamente en diferentes ambientes. Utilizan diversas estrategias de enseñanza que integran la práctica de valores, como trabajos en equipo, actividades colaborativas, resolución de conflictos pacífica y el fomento de la empatía en la convivencia diaria. La etapa escolar de tu hijo contribuirá significativamente en su comportamiento y en cómo internaliza los valores.

¿Cómo puedo enseñar valores de manera divertida a los niños?
Historias y debates: Leer historias cortas y luego debatir las decisiones de los personajes puede ayudar a los niños a reflexionar sobre sus propios valores. Juegos al aire libre: Juegos como “la soga” o “las sillas musicales” pueden enseñar valores como el trabajo en equipo, la paciencia y el respeto por los demás.

Actividades para trabajar valores en preescolar y primaria

Las etapas de preescolar y primaria son particularmente receptivas para la internalización de valores, ya que los niños aprenden mucho a través del juego y las actividades prácticas. Aquí algunas ideas:

  • Teatro de marionetas o Role-Playing: Crear pequeñas obras donde los personajes enfrentan dilemas morales y deben tomar decisiones basadas en valores. Los niños pueden actuar como los personajes, experimentando las situaciones.
  • Dinámicas de grupo: Actividades como el “teléfono descompuesto” pueden enseñar sobre la honestidad y la importancia de la comunicación clara y veraz. Otras dinámicas pueden enfocarse en la confianza, la cooperación o la empatía.
  • Talleres de arte: A través de la pintura, la escultura o el dibujo, los niños pueden expresar visualmente lo que ciertos valores significan para ellos. Esto fomenta la reflexión y la expresión personal sobre temas abstractos.
  • Historias y debates: Leer historias cortas con un trasfondo moral y luego debatir las decisiones de los personajes. Preguntas como “¿Qué harías tú en su lugar?” o “¿Fue correcta su decisión y por qué?” ayudan a los niños a reflexionar sobre sus propios valores y a desarrollar el pensamiento crítico.
  • Juegos al aire libre: Juegos que requieren coordinación y esfuerzo grupal, como “la soga” o incluso deportes sencillos, pueden enseñar valores como el trabajo en equipo, la paciencia, el respeto por las reglas y por los demás participantes, y la deportividad.

Estrategias Pedagógicas Adicionales para la Formación de Valores

Desarrollar y fortalecer la Educación en Valores es uno de los desafíos más importantes del quehacer pedagógico actual. Más allá de las actividades lúdicas, existen estrategias pedagógicas más estructuradas que los docentes pueden emplear para integrar los valores en el currículo diario:

  • La enseñanza de los valores mediante el método del caso.
  • La enseñanza de valores mediante lecturas y narraciones seleccionadas.
  • La enseñanza de valores a partir de consignas claras y reflexivas.
  • La enseñanza de valores mediante el diseño y aplicación de Fichas de Pensamiento Apreciativo.
  • La enseñanza de valores mediante el juego estructurado y el trabajo colaborativo en proyectos.
  • La enseñanza de valores mediante la discusión de dilemas morales, analizando diferentes perspectivas.
  • La enseñanza de valores utilizando el role-model por parte del docente y compañeros.
  • Reflexión crítica de los mensajes audiovisuales (películas, anuncios, noticias) como una opción para educar en valores, analizando los valores implícitos o explícitos que transmiten.

Además de estas estrategias, existen actividades que, aunque parezcan simples, contribuyen enormemente al fomento de los valores. Las canciones que hablan de valores, el himno de la institución educativa o de la región, las poesías, y los coros infantiles o juveniles, pueden evocar una resonancia sensible y un sentido de pertenencia y valoración.

El trabajo de la enseñanza de valores no debe ser un conjunto de actividades ocasionales y desordenadas. Por el contrario, el maestro debe programar experiencias que favorezcan el autoconocimiento, la reflexión y la práctica activa y consciente de los valores, integrándolos dentro de los diferentes contenidos de las materias que imparte.

No se trata de dar una clase teórica de valores, sino de que la enseñanza de valores se encuentre inmersa en toda la práctica educativa, permeando el ambiente y las interacciones diarias.

Creando un Ambiente que Favorezca la Vivencia de Valores

Un aspecto crucial para lograr la adquisición efectiva de valores y actitudes es la creación de un ambiente escolar que favorezca su vivencia y desarrollo. Al respecto, expertos como José Luis Zurbano (1997) y Teresa Mauri (1997) ofrecen recomendaciones valiosas:

  • La forma de organizar los espacios, los horarios y los materiales en el aula y la escuela puede y debe contribuir a facilitar la asimilación de actitudes y valores como el respeto, la solidaridad y la colaboración.
  • Los principales sectores de influencia en la creación del clima escolar son los maestros, los alumnos, la familia y el entorno escolar. Si existe coherencia entre el ambiente que se promueve y los valores que se pretenden educar, los resultados son muy positivos.
  • Una organización democrática del aula, basada en la participación activa de los alumnos, donde sea posible la discusión de todos los temas relevantes para el grupo, la adopción de normas de convivencia de forma consensuada y la solución de conflictos de manera pacífica y dialógica, fomenta la responsabilidad y el respeto mutuo.
  • El profesor debe facilitar el conocimiento y el análisis de las normas existentes en la escuela y en el grupo para que los alumnos puedan comprender su sentido y respetarlas. Asimismo, deben establecerse claramente los mecanismos de participación para que los alumnos contribuyan a mejorar las normas, cambiarlas o anularlas si es necesario.
  • El profesor deberá ayudar a los alumnos a que relacionen de manera significativa las normas con las actitudes que se pretende desarrollen en situaciones concretas (en el laboratorio, durante el trabajo grupal, en el recreo, en la salida, etc.).
  • El profesor deberá propiciar la participación entre alumnos y alumnas para debatir opiniones e ideas sobre diferentes aspectos que atañen a su actividad en el centro escolar, desde la relevancia de ciertos contenidos hasta el uso de espacios comunes o las evaluaciones.
  • El profesor deberá contar con una organización de las actividades de aprendizaje de contenidos que permita facilitar el aprendizaje de actitudes importantes como la cooperación, la solidaridad, la equidad y la fraternidad. Estas actitudes deben ser planificadas expresamente (informar sobre sus características, ejemplificar, debatir, atribuirles significado identificándolas en situaciones cotidianas y reales para los alumnos) para asegurar su aprendizaje.
  • El profesor deberá procurar modelar las actitudes que espera que los alumnos aprendan en la escuela y facilitar el apoyo y el tiempo necesario para que estos puedan ensayar, probar e imitar. El profesor debe estar preparado para apoyar al alumnado en aquellos momentos en que se siente inseguro o manifiesta resistencia al cambio.

Como se menciona en la fuente de referencia (Cool, Martí, Mauri et.al pp.91-92), todos sabemos que los valores no se transmiten por medio de discursos teóricos y fríos, sino mediante modelos vivos y reales que se presentan, se aprenden y se imitan.

Comparativa: Enseñanza de Valores en Casa vs. Escuela

Aspecto En Casa En la Escuela
Momento del Aprendizaje Continuo, a través de interacciones diarias y experiencias familiares. Estructurado, mediante actividades programadas, currículo integrado y convivencia grupal.
Método Principal El modelo a seguir por los adultos, conversación, ejemplos prácticos, corrección amorosa. Actividades pedagógicas, normas y reglamentos, proyectos grupales, convivencia con pares y docentes.
Recursos Típicos Cuentos, juegos de mesa, películas, apps educativas, diálogo constante. Dinámicas grupales, debates, talleres de arte, juegos educativos, lecturas seleccionadas, teatro.
Ambiente de Aprendizaje Familiar, seguro, basado en el afecto y la confianza. Estructurado, con normas claras, fomenta la participación social y la interacción con un grupo diverso.
Responsable Clave Padres y miembros de la familia. Docentes, personal educativo y la institución en su conjunto.
Enfoque del Aprendizaje Vivencial, personal, basado en el núcleo afectivo más cercano. Social, de convivencia, integrado en el proceso educativo formal y la interacción grupal.

Preguntas Frecuentes sobre la Enseñanza de Valores

¿Por qué es importante enseñar valores a los niños?

Es fundamental porque los valores son la base para su desarrollo personal, les ayudan a moderar su conducta, a relacionarse armoniosamente con los demás y a convertirse en ciudadanos responsables y éticos. Les proporcionan las herramientas para afrontar situaciones de la vida de manera constructiva.

¿Quién tiene la principal responsabilidad de enseñar valores a los niños?

La enseñanza de valores es una responsabilidad compartida. El hogar es el primer y más importante espacio donde se aprenden los valores a través del ejemplo y la convivencia diaria. La escuela complementa esta labor, reforzando y ampliando estos aprendizajes en un entorno social y estructurado.

¿Qué valores son los más importantes para enseñar?

Aunque todos los valores son importantes, algunos que se destacan por su impacto en la convivencia y el desarrollo personal incluyen el respeto, la responsabilidad, la honestidad, la justicia, la tolerancia, la empatía, la solidaridad y la libertad. La clave es enseñarlos de manera integrada y práctica.

¿Cómo puedo hacer que el aprendizaje de valores sea divertido para mi hijo?

Puedes hacerlo divertido utilizando recursos lúdicos como cuentos, juegos de mesa, películas, canciones y actividades artísticas. Integrar la enseñanza de valores en el juego y las conversaciones cotidianas hace que el aprendizaje sea natural y atractivo para los niños.

¿Qué debo hacer si mi hijo se comporta de manera que no refleja los valores que intento enseñarle?

Es una oportunidad para conversar. Explícale por qué ese comportamiento no fue adecuado de manera calmada y amorosa. Ayúdale a entender las consecuencias de sus acciones y cómo podría haber actuado de manera diferente, reforzando el valor que esperaba ver. Reconocer y corregir es parte del proceso de aprendizaje.

En resumen, enseñar valores a los niños es un viaje continuo que requiere el compromiso tanto de la familia como de la escuela. Al trabajar juntos y utilizar una variedad de estrategias y recursos, podemos ayudar a los niños a desarrollar un fuerte fundamento ético que los guiará a lo largo de sus vidas, preparándolos para ser individuos íntegros y contribuir positivamente a la sociedad.

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